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Foráneo conociendo Foráneos

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Foráneo conociendo Foráneos

Hoy hace un mes estaba planeando mi excursión y mi estancia lingüística en Francia, estaba organizando mis planes, mi calendario, conociendo la ciudad a penas por internet y tenía unas expectativas gigantes de las personas a las que iba a conocer próximamente. Tengo que admitir que esta última cuestión me generaba un sentimiento extraño de nervios mezclados con emoción pero también temor al llegar a un nuevo lugar y creer que no iba a poder encontrar alguien con quien pudiera encajar bien y generar una buena relación de amistad. Me consideraba una persona un poco tímida y cerrada así que creía que no iba a poder conectar con mis compañeros. Sin embargo, este sentimiento se esfumó la primera semana en la que empecé a conocer a todos los estudiantes de la escuela de francés pues yo era un foráneo nuevo, con cero conocimiento de la ciudad y del curso, pero ellos se encontraban en la misma situación y esa similitud generó el lazo que yo deseaba para poder relacionarme. Éramos una gran cantidad de foráneo conociéndonos entre nosotros.

Primera semana en el curso de francés en ILA

Mi primera semana en Montpellier y en la escuela de francés fue emocionante aunque también difícil de manejar pues era mi primera semana en una ciudad totalmente nueva para mi, con medios de transporte muy diferentes a los de mi país y lo más difícil, un idioma diferente el cual no manejaba muy bien. Aun así tenía clara mi meta, aprender francés en Francia y conocer de su cultura. Durante la primera semana estuve organizándome y acomodándome al nuevo instituto el cual me enseñaba el francés con clases bastantes didácticas y aprendía junto a mis compañeros que venían de todas partes del mundo. En mi primera semana estuve compartiendo con Suizos, Belgas, una joven de República Checa, Mexicanos, un Emiratí y yo era el único Colombiano. El único francés era nuestro profesor irónicamente. Desde esa semana me di cuenta de la cantidad de culturas y costumbres que podía interiorizar de los otros países, noté igualmente que todos teníamos el deseo de compartir nuestra propia historia y dar a conocer nuestro país de origen. Asimismo, las clases se desarrollaron de una forma en la que nos provocaba hablar y dar nuestro punto de vista sobre el tema del que estuviéramos aprendiendo, así fue como desde el principio todos nos empezamos a sentir en un espacio seguro para compartir nuestra opinión y nuestra cultura pues alrededor del mundo todos somos muy diferentes pero en este salón todos estábamos con voluntad de aprender del otro.

Actividades para compartir culturas

Mi estancia de inmersión en la ciudad y en el francés me ha demostrado que todos los días estamos aprendiendo nuevas culturas y costumbres muy diferentes a la de uno mismo o quizás un poco parecidas pero con cambios que hacen la diferencia. La escuela de francés está llena de actividades para conocer nuevas culturas y en especial las costumbres francesas, el instituto ofrece actividades en las tardes para conocer mejor a nuestros compañeros, las actividades son muy diversas y lo más divertido es que no siempre estarás con los mismos compañeros de clase sino que cualquier estudiante de ILA con cualquier nivel puede inscribirse y así se conoce muchas otras personas que quizás nunca habías visto. Mi primera actividad junto a otros foráneos nuevos en la escuela fue una excursión a probar vinos y charcutería, no conocía a nadie pero estuve aprendiendo de la fabricación del vino cerca a Montpellier, la distribución en las ciudades, las diferencias para crear el vino con las características que se desean y más cosas. Igualmente, conocí a mi grupo de excursión y efectivamente éramos de países distintos lo que generó una charla llena de historias sobre nuestras ciudades y costumbres, perfecta para aprender un poco más de todo.

Hoy después de casi un mes en mi estadía en Montpellier puedo decirle a mis amigos y a todos mis lectores que estudiar francés en Francia no es solo conocer la gramática del idioma y memorizar vocabulario, también está la oportunidad de conocer nuevas culturas alrededor del mundo sin salir del país, está la oportunidad de charlar con personas a las que muy difícilmente encontrarás más adelante y obtendrás una enseñanza gigante durante la inmersión en esta bella ciudad, así que solo queda disfrutar y dejar el miedo atrás que la idea es ¡conocer y aprender!