La experiencia mía del curso intensivo de francés durante los cursos del verano en Francia
Después de haber aprendido otras lenguas, yo sé que la única forma de lograr esta meta es de lanzarse completamente al hecho. Me quedé solo ocho semanas y quería una experiencia la más plena que podía encontrar. Dado que decidí quedarme con una familia francés, pensé que la mejor manera de cometerme aún más era de inscribirme en un curso de francés intensivo durante el verano. Para mí, la experiencia del curso intensivo apoyaba bastante el aprendizaje mío del francés. Cada martes, miércoles, y jueves nos juntaba con un grupo diferente de nuestro grupo estándar. Esto ofreció una forma de aprender el francés utilizando el vocabulario y la gramática que habíamos aprendido durante el curso estándar; así que podíamos reforzarlo de una manera oral.
Lo que me apreció aún más que la oportunidad de hablar y practicar era la ocasión de aprender de otras personas. Como he mencionado antes, los grupos del curso intensivo eran diferente que los grupos del curso estándar. Aprender un idioma es sinónimo de cometer errores tanto como robar frases de otras personas (no de una manera destructiva sino de una manera productiva). Cada persona tiene algo diferente y única de ofrecer a la clase: fortalezas diferentes en el aprendizaje del francés, e igual, las debilidades. Del mismo modo, cada persona aprende de una forma diferente y, en mi opinión, esto es lo magnífico de aprender de otras personas. Para mí, me ayudaba mucho escuchar los puntos de vistas de los otros, el vocabulario que tienen, y también los errores que cometen. Cada vez que escuchaba una frase o una palabra que no sabía antes, la escribí en mi cuaderno y la usé en otro momento. Al mismo efecto, podía aprender de los errores de otros e intentar de no cometer los mismos errores.
Estructura de la clase la sustancia de los cursos de francés
El curso intensivo de francés esta formulado para brindar más oportunidades de hablar le francés dentro de un ambiente seguro y constructivo. Como todos habíamos visto dentro de las clases típicas de la escuela de francés, es difícil hablar de temas escolásticos o simplemente de cosas que no nos interesan. Debido a esto, los profesores del curso intensivo lo dan sus mejores esfuerzas de encontrar los temas interesantes en que podemos hablar. Durante los cursos intensivos en Francia que yo asistí la forma frecuente era esto: hablar de nuestra noche anterior, empezar con una discusión de un tema fijada, y hablar de lo vocabulario o puntas de vistas de múltiples personas. En raras ocasiones, hicimos una salida de la ciudad por ejemplo al jardín de plantas, a un museo, o algo simular.
La cultura del salón y cómo esto me ayudó durante el aprendizaje
Tanto como cada persona tiene su propia manera de aprender, cada profesor tiene su propio método de ensenar, y en esta ocasión, de guiar una conversación. Durante mi tiempo en el curso intensivo de francés, tuve al menos cuatro profesores diferentes. Cada uno tuvo una forma diferente de enseñar: una, de nivel A2, enfocaba en el vocabulario. Aunque entiendo su método de ampliar nuestro vocabulario antes de hablar, prefería que habláramos más. Por lo tanto, pregunté un cambio de profesores y ILA no tuvo ningún problema de hacerlo. Como ya decidí cambiar, decidí también de cambiar del nivel e ir al nivel B1. Yo creo que este cambio fue la motivación que necesitaba de empujar atreves del límite que me enfrentaba con la lengua. La profesora del curso intensivo B1 no dejaba que nadie hablaba el inglés y nos esperaba saber los conjugaciones y reglas de los tensos. Para mí y para mi amiga de la clase, esto nos inspiró de practicar fuera de la clase para seguir el ritmo de la clase; esta práctica nos resultó bastante importante.
La importancia de hacer amigos dedicados al aprender le francés
Practicar fuera de la clase es algo imperativo y algo inspirado en el curso intensivo de francés. Al hablar francés en la clase y al ver mi progreso con la lengua, quería hacer más y más para empujar mi aprendizaje. Durante mis primeras semanas a ILA Escuela de Francés, conocí una amiga de Holanda quien estaba tan dedicada como yo de aprender el francés. Nosotros teníamos todos los mismos cursos y gracias a nuestra dedicación al francés dentro y fuera de la clase, nosotras dos noticiamos un cambio grande en nuestro francés. Ver el progreso de otros me apasionó de seguir luchando por el suceso de la lengua. En los cursos intensivos de francés en Francia el progreso cotidiano de cada persona era obvio y el ambiente de apoyo era lo que nos empujaban de lograr el nivel del francés en que estamos en este momento.