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Testimonios

Siempre hay una Primera Vez para Todo

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Siempre hay una Primera Vez para Todo

Esta es mi primera vez viajando a un continente diferente al mío, -incluso mi primera vez viajando sin mi familia- es mi primera vez viviendo en un hogar diferente y mi primera inmersión en un idioma diferente al de mi cultura y origen. Hoy después de un mes de tener mi primera vez en tantas cosas, puedo decir que los miedos se van afrontando poco a poco (au fur et à mesure). La sensación que sentí en mi primer día de clases en el curso de francés fue de nervios mezclados con entusiasmo, estaba emocionado de conocer nuevos compañeros, profesores, un nuevo lugar y más que todo de aprender mucho más el nuevo idioma.

Primera clase

En cuanto entré al salón de clases estaba un poco inquieto con expectativas muy grandes. No voy a mentir que no estaba con los nervios de punta ya que era mi primer día en mi escuela de francés. Me habían dirigido a un salón y previamente me habían acompañado hasta el lugar del instituto, desde un comienzo estuve acompañado y aconsejado de lo que tenía que hacer. En cuanto se fue llenando el salón con mis compañeros, empezó la experiencia y la estancia lingüística que tanto deseaba. Desde el primer momento hablé con todos, les pregunté de donde venían y me di cuenta que era el único latino en la clase lo que me llenó de orgullo y sentido de pertenencia por mi origen, quería enseñarles y compartir mi cultura y poco a poco se fue dando. La clase empezó de una forma bastante práctica que me hizo sentir muy cómodo y estoy casi seguro que así lo sintieron mis compañeros de clase pues la profesora empezó integrándonos a cada uno de nosotros e invitándonos a participar, claramente en francés, para dejar la pena y los nervios atrás, y empezar a sentirse tranquilo en el lugar y con los compañeros con los que iba a compartir mis días y estudios. Me sentí mucho más tranquilo después de los primeros minutos en la clase pues ya habíamos hablado un poco más y empezábamos a conocernos entre nosotros, igualmente faltaba mucho más por conocer. La clase se fue dando de una forma muy amena, las actividades eran didácticas y me di cuenta que me sentía en un espacio seguro donde aprendería mucho francés lo cual es la meta principal.

Primer almuerzo y cena

Después de mi primera clase tuve la oportunidad de pasear por todo el centro turístico y cultural de Montpellier para conocer los restaurantes, tiendas y todo lo que ofrecía la ciudad. Estaba visitando y conociendo a penas pero mi primer objetivo era encontrar un lugar donde comer rico y donde pudiera sentarme tranquilamente a escuchar el ambiente y disfrutar del lugar, esto lo conseguí caminando por las calles del centro y empecé a darme cuenta igualmente que la ciudad ofrece una gran variedad de almuerzos con precios de todo tipo. Acá va un consejo; date la oportunidad de conocer muchos lugares y restaurantes del centro pues los mejores precios que se ajustan al budget de los estudiantes se encuentran después de caminar y conocer bastante. No te rindas si sientes que no encontrarás un lugar que se acomode a tus gustos, Montpellier está lleno de estudiantes de todas partes del mundo, no eres el primero en buscar así que continúa con tu búsqueda que encontraras tu restaurante perfecto. Así fue como encontré mi primer almuerzo, un Kebab, con sabor diferente para mi pero digno de seguir comiendo, posteriormente seguí probando muchos platos más.

Llevo ya un mes y he probado los platos y la cocina de muchos lugares, algunos más baratos que otros, algunos con un ambiente más cálido y otros con ambiente de fiesta. Todos me han gustado pues cada uno me ha dado una experiencia muy buena y he conocido bastante en lo que llevo en Montpellier. En cuanto a la cena, siento que es la mejor parte del día y te voy a contar por que (me hospedo en una casa de familia):

  •  Estoy bastante cómodo en el hogar, con personas nuevas que me generan confianza y me siento como en casa. Mi familia francesa me ha generado mucha tranquilidad y me encanta pasar este tiempo con ellos.
  • Aprovecho para estudiar francés solo con hablar; mi familia me habla en francés y les cuento mi día, mis experiencias o curiosidades sobre mi país. Siempre hay temas de conversación diferentes que me ayudan a practicar incluso más.
  • Pruebo platos diferentes en cada cena. De mi parte a mi me encanta probar todo lo que cocine mi familia anfitriona y esta oportunidad es perfecta para degustar.
  • Conozco mas de los diferentes países y tengo cada vez más una inmersión profunda de sus culturas, tradiciones y más.

Primera salida

Desde que llegué a Montpellier empecé a hacer nuevos lazos de amistad con muchos compañeros y conocí a nuevas personas, cada que iba pasando el tiempo, algunos compañeros terminaban su curso de francés o su estancia en la ciudad y regresaban a su país, mientras otros se quedaban y también llegaban nuevos compañeros. Las amistades se iban reforzando con el pasar del tiempo y me sentía seguro de salir de fiesta en la noche con mis nuevos amigos. Mi primera noche en un club fue bastante divertido, estuve con varios amigos en un bar antes de ir a la “boite de nuit”, éramos de todas partes del mundo, pero aun así decidimos ir a un club conocido por poner música muy variada la cual incluía música latina, perfecta para mi gusto. La noche se pasó muy rápido, el ambiente de fiesta era muy diferente al de mi país, Colombia, pero disfruté mucho. Salir con mis amigos fue la mejor idea ya que entre todos disfrutábamos y bailábamos juntos, la música nos animaba muchísimo y la pasamos muy bueno.

Todos los planes con amigos se disfrutan bastante, socializar y conocer nuevas personas para salir con ellas es muy divertido. El curso de francés en Francia se puede disfrutar de muchas formas, solo falta conocer todos los lugares que ofrece Montpellier y arriesgarse a intentar por primera vez todo.